GRUPO DE INTERÉS
MÚSICA Y MUJER |
Un día especial para saludar a la mujer, regalándole flores y hermosas tarjetas con mensajes poéticos que la homenajean, valorando su quehacer en los diferentes roles que desempeña en el ámbito familiar y social. En medio de esta vorágine celebrativa muchos olvidan el origen de la designación de este día, su componente de lucha por los derechos para las mujeres. Este día surge en recuerdo de 146 mujeres obreras de una fábrica de camisas que murieron en un incendio en Nueva York el 25 de marzo de 1911, lo que a esto se fue sumando, poco a poco y en forma aguerrida, la lucha de feministas por exigir igualdad de estatus y derechos que los hombres, en todo ámbito, en esta sociedad. Así, en este día la Sociedad Chilena de Musicología se suma a la conmemoración del día internacional de la mujer, recordando a aquellas que han cambiado el curso de la historia y el presente musical abriendo caminos para las generaciones venideras de músicas. Pues, aunque la música hecha por mujeres ha sido “sistemáticamente marginada, perseguida y exterminada” (Franco-Lao, 1980:11), lo que ha dificultado conocer sus trayectorias, las ha habido quienes a pesar de los impedimentos han persistido, marcando trayectorias y salvaguardando las prácticas. Maria Theresia von Paradis o Nadia Boulanger en el pasado, o María Ester Grebe, Rosita Renard, Violeta Parra y Alejandra Urrutia más recientemente, son algunas que tanto en la creación, interpretación e investigación han conquistado espacios para las mujeres en la música. De la misma forma, lo han hecho las machi que aún perduran en el pueblo mapuche y las mujeres afrodescendientes que en el norte de Chile han revitalizado prácticas de música y danza casi desaparecidas como la del tumbe. De este modo, las reivindicaciones del rol de la mujer en el mundo de la música, ha tenido sus resultados positivos produciendo cambios en la historiografía, en la musicología y en la práctica musical. Los estudios con enfoque de género nos han permitido conocer a las compositoras, intérpretes y mecenas. Asimismo, desde la última década del siglo XX, se han abierto espacios a la interpretación de instrumentos que antes sólo eran para ser ejecutados por hombres, y para la dirección orquestal. Sin duda aún hay mucho trabajo por hacer. La brecha de género persiste de diversas maneras en la industria y las instituciones musicales y se hace evidente aún en la programación de conciertos y en los cuerpos académicos de varias instituciones de enseñanza musical local. Pero no podemos desconocer el papel de aquellas que murieron, lucharon por la causa, permitiendo el estatus y la visibilidad que hoy tenemos y que se manifiesta en el arduo trabajo investigativo, de docencia y difusión que cada día llevan a cabo nuestras socias. Bibliografía. Franco-Lao, Meri: Música Bruja. La Mujer en la Música. Editorial ICARIA, Barcelona- España, año 1980. OIT: El incendio en la fábrica “Triangle Shirtwaist” y el Día Internacional de la Mujer: Cien años después. Publicado el 8 de marzo de 2011. https://www.ilo.org/global/about-the-ilo/newsroom/news/WCMS_152727/lang-- Malucha Subiabre Vergara Lina Barrientos Pacheco Valdivia/La Serena, marzo 08 de 2023
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Por Constanza Arraño Astete
En diciembre de 2021, se llevó a cabo un proyecto vinculado con el tema “Música y Mujer” que fue patrocinado por la Sociedad Chilena de Musicología y financiado por el Fondo para el Fomento de la Música Nacional, convocatoria 2021, del Ministerio de las Culturas las Artes y el Patrimonio. El proyecto titulado “Liderazgos femeninos en coros, ensambles y orquestas chilenas” (folio 611973), consistió en la realización de un conversatorio virtual en el que participaron mujeres músicas de distintas especialidades, quienes hablaron acerca de sus investigaciones y experiencias relacionadas con la práctica interpretativa de las directoras corales, orquestales y de grupos de cámara. Las participantes fueron Daniela Fugellie, musicóloga histórica; María Francisca Moraga, contrabajista y musicóloga; Alfonsina Torrealba, flautista y directora orquestal; Sofía Torres, cantante y directora coral; y Valeska Cabrera, directora coral y musicóloga. La conversación fue moderada por Constanza Arraño, musicóloga y directora coral. A lo largo de la conversación, se expusieron diversas problemáticas que afectan a las mujeres que se dedican a la dirección de conjuntos musicales, tanto dentro como fuera de Chile. Entre éstas, cabe destacar las siguientes: la necesidad de desarrollar autogestión y proyectos de asociatividad para fortalecer el trabajo de las agrupaciones y sus conductoras; la existencia de estereotipos de género relacionados con la técnica de ensayo y batuta; y los extendidos prejuicios acerca de los espacios musicales formativos (coros escolares y orquestas juveniles, por ejemplo) como experiencias inferiores de desarrollo profesional, entre otros temas. A continuación, se encuentra una entrevista realizada a María Francisca Moraga, una de las coordinadoras del proyecto, quien explica algunos aspectos históricos sobre la participación de las mujeres en la música docta chilena. ¿Cómo se ha estudiado la participación de las mujeres en la interpretación musical? La participación de mujeres en espacios de poder dentro de la música es un tema que despierta interés para muchos. Uno de los ámbitos en el que se ha puesto mayor énfasis el estudio de mujeres ha sido en la composición, dado que, al igual que en otras disciplinas artísticas, su participación ha sido activa en distintos periodos de la historia. Si hablamos de mujeres intérpretes también tendremos varios ejemplos, aunque no es hasta entrado el siglo XX en el que la participación femenina comienza a equipararse a la de los hombres en el campo profesional. ¿Cuál es la situación de las mujeres directoras en Chile? Cuando hablamos de la dirección de orquestal la situación es sumamente compleja. Esto se debe a que en Chile no ha existido una tradición en la formación de directores, y este se transformó en un espacio hermético y exclusivo para hombres. Cuando hablamos de la participación femenina, pese a que existen algunos ejemplos de directoras destacadas (como es el caso de Mireya Alegría), no es hasta esta década en la que se ha abierto el camino para nuevas directoras en el país. Algunos de los casos más notables son los de Alejandra Urrutia, actual directora de la Orquesta de Cámara del Teatro Municipal, y Ninoska Medel, directora de la Orquesta de Mujeres de Chile. En el campo de la dirección coral el panorama parece ser mucho más desolador. Esto pese a existe la carrera de dirección coral, los coros todavía son todavía considerados por muchas personas como un espacio para aficionados, por lo que existen pocos espacios profesionales, y estos, a su vez, suelen estar liderados por hombres. Algunos casos emblemáticos de participación femenina en la dirección de coros son el de Ruth Godoy, directora del Coro Madrigalista de la UMCE, o Paula Torres, directora coral y académica de la UC. En tu opinión, ¿la escasa participación de mujeres directoras en espacios profesionales se vincula con problemáticas relacionadas con la disputa del poder? En los últimos años, se ha problematizado la participación de mujeres en los distintos espacios de poder, pero, lamentablemente, esto no ha sido motivado por razones musicales. En 2018, muchas estudiantes y exestudiantes denunciaron conductas de abuso y acoso por parte de alumnos y profesores. Esto derivó en la acción política de las estudiantes, quienes, por medio de tomas y paros feministas, lograron visibilizar la enorme brecha existente en el país respecto a la equidad de género en la música, no solo por las denuncias presentadas, sino también con la intención de incluir una mirada feminista en el modelo educativo y profesional. Actualmente se han abierto distintos espacios de participación musical en Chile, tanto en el ámbito de la investigación como en la interpretación. Ejemplo de esto es el grupo de Música y Mujer de la Sociedad Chilena de Musicología, el colectivo de compositoras Resonancia Femenina o la Orquesta de Mujeres de Chile; todos estos son espacios que buscan aminorar la brecha de género que existe en el campo de la música docta. Tanto estos esfuerzos como los que vengan en el futuro son necesarios para continuar el camino de apertura y visibilización de la práctica musical hecha por mujeres en el país. En el marco de nuestro grupo de interés Música y Mujer estamos dando a conocer los proyectos de investigación liderados por nuestras socias que fueron beneficiadas por el Fondo de la Música 2021. En esta ocasión, entrevistamos a la musicóloga Silvia Herrera responsable del proyecto “La canción política en Sergio Ortega”, folio 576286. Resumen del proyecto: El proyecto se basa en darle forma de libro a la tesis doctoral que realicé para obtener el grado de doctora en Música, mención Musicología, en la Pontificia Universidad Católica de Buenos Aires de Argentina (2015). La propuesta es presentar un estudio detenido de la canción política de autoría de Sergio Ortega. El libro tiene dos partes. La primera trata sobre las relaciones entre música y política y un capítulo dedicado a la canción de compromiso social en Chile, sus antecedentes musicales y literarios. La segunda parte dedicada por entero a la canción política en Sergio Ortega con sus antecedentes literarios y musicales y el análisis de 21 canciones políticas que elegí del Archivo al cual tuve acceso, según una matriz interpretativa que elaboré para ello. Agrego como apéndice, el catálogo de Ortega y algunos documentos manuscritos de autoría del compositor. Entrevista a Silvia Herrera por Fernanda Vera ¿Podrías mencionar cinco de las canciones políticas más importantes de Sergio Ortega, y describir algunas de sus características más importantes? Es difícil responder así, a secas, esta pregunta, por cuanto la importancia de estas canciones, no sólo de Ortega, sino de cualquier autor, depende del motivo o razón de su creación. Por ejemplo: si la función de ella fue para alentar la campaña de Salvador Allende a la Presidencia, como lo fue Venceremos, y la canción se identifica con el receptor, tanto por su narratividad literaria y musical, como por la autenticidad del mensaje, entonces tiene un juicio valórico importante, pasa a ser símbolo de algo. Así creo que, en el caso de las canciones de Ortega, como El pueblo unido, Chile resistencia, Nada para Pinochet, Niño araucano, Las ollitas, por ejemplo, observo estas mismas cualidades. Entonces, el juicio valórico no es sólo una cuestión estética, sino fundamentalmente una cuestión ética. ¿Quiénes participan del proyecto? y ¿Cómo piensas tú que el equipo de trabajo fortalece la investigación? En este proyecto la responsable soy yo. Siempre pensé compartirlo con otros colegas porque el trabajo en equipo es para mí de suma importancia, como muy bien dices: “fortaleza la investigación”. Me acompañan dos jóvenes, en calidad de coinvestigadores y editores, Catalina Sentis, magister en musicología y Cristian Galarce, compositor, ambos talentosos y con ideas que me ayudan a refrescarme. Ellos son mis editores, un trabajo de hormiguita, de mucha concentración, y son estupendos colaboradores en transformar una tesis doctoral en libro. ¿Bajo qué aparataje teórico piensan desarrollar la investigación? La verdad es que, me enfrenté ante un marco teórico contundente, pero necesario, dado la complejidad del objeto de estudio. La lectura de algunos filósofos desde Platón y Aristóteles, dialogando con otros más actuales -Hegel, Kant- para familiarizarme con conceptos como ética, estética, gusto, juicio de valor, etc. Visité a diversos teóricos-filósofos del arte y letras como Ernst Fischer, Walter Benjamin, Benedeto Croce, Habermas, etc., que teorizan sobre arte, literatura y sociedad. Sociólogos e historiadores chilenos y latinoamericanos, me despejaron el dinámico y efervescente panorama político del continente durante el siglo XX. Músicos y musicólogos chilenos para el estudio de la música popular y docta fueron de suma importancia; la Revista Musical Chilena fue de gran ayuda, junto con el Boletín Música de la Casa de las Américas de Cuba y algunas Actas de los Congresos IASPM. En fin, empapada de una valiosa lectura, además de los documentos escritos e inéditos de Sergio Ortega que tuve el privilegio de tener en mis manos para la elaboración de gran parte del trabajo. ¿Cuál ha sido, a tu juicio, la razón de que esta temática específica dentro de la obra de Sergio Ortega no haya sido abordada anteriormente por la musicología? Bueno, creo que fundamentalmente el tema música-política fue tabú, durante las décadas 70-80 por razones que todos sabemos. En la década del 90, muy tenuemente se habló del problema, por ejemplo, en los congresos, pero a mi juicio sin problematizar las causas político-históricas contingentes. Sin embargo, la Nueva Canción Chilena fue el centro de la investigación. No sé si me equivoco, pero sólo en la primera década del 2000, se empezó a tratar el tema más en profundidad. En el año 2006 (jueves 12 de enero, en el Palacio Rioja de Viña del Mar), presenté un proyecto del Fondo para el Fomento de la Música Nacional al cual postulé, cuyo título fue “La canción en el compositor Sergio Ortega”. Entre las múltiples canciones que elegí, iban unas pocas de índole política. En ese concierto, con dos intérpretes porteños Paola Lanfranco, mezosoprano y Michael Landau, al piano, se anunciaron, según consta en el programa de mano, cuatro canciones políticas. La mitad de los asistentes de la sala se fueron, los que quedamos, sentimos el impacto de la emoción que estas canciones contienen. Ellas eran, Hasta cuándo, Nada para Pinochet, Chile resistencia y El pueblo unido… ¿Cuál es el objetivo general a lograr? y ¿qué resultados o frutos del proyecto esperan entregar a la comunidad? Me propuse varios objetivos, entre los cuales, me interesó realizar un estudio crítico de la canción política en Ortega y de la dupla música-política para dimensionar la importancia histórico-social y políticas que éstas tienen y establecer juicios de valor sobre ellas que atienden tanto lo ético como lo estético en su creación. También, considerando que estas canciones eran poco conocidas por las generaciones de estudiantes de música del siglo XXI, y dado la gran presencia que tienen algunas de ellas fuera del país, me parecían merecedoras, al menos, que nuestros jóvenes supieran quién es el autor. Por último, la situación política de este país, inestable por el sistema económico impuesto postdictadura, genera cada cierto tiempo “estallidos” sociales de desagravio, reviviendo estas canciones cuyas narrativas cuentan los problemas que por siglos mantienen al pueblo en condiciones miserables. ¿Con qué otras investigaciones, nacionales o internacionales, dialoga esta iniciativa? Creo que de alguna manera este trabajo se vincula con el Proyecto Fondecyt N°1160102, “La institucionalidad de la modernidad de la música clásica como práctica social entre 1928 y 1973, en el marco de la Universidad de Chile, cuyo investigador principal es el maestro Luis Merino y como coinvestigadores estamos Cristián Guerra y yo, además del trabajo de Catalina Sentis, Julio Garrido y Fernanda Ortega, un equipo formidable. Digo que esa investigación se vincula, de alguna manera con lo mío, ya que Sergio Ortega perteneció a la Universidad de Chile en un momento crucial, 1960-1973, cuando la monoinstitucionalidad que esta universidad representaba, cedió paso a otras que también acogieron el arte y la música y abrió sus puertas a la vanguardia musical representada por la propuesta de una ‘nueva música’, estética que Ortega acogió como todos los compositores de su generación. ¿Cómo ves tú la proyección de esta investigación? La veo vinculada con disciplinas humanistas. Creo que, con la Historia y la Sociología principalmente, pero también con la Lingüística y la Filosofía; con todas ellas hay una interacción bastante interesante que enriquece mucho los resultados de los estudios sobre estilos, ritmos, hibridaciones, etc. no sólo de la música popular, sino también de la música de la academia. Además, la musicología amplía su radio de acción y traspasa lo puramente musical para abrirse a campos que le son cercanos y a los cuales ejerce cierta influencia como lo podemos constatar en los hechos sociales. Por esto, es que me esmeré por crear un método de investigación para poder enlazar eficientemente los conceptos involucrados en el complejo canción-política y música-política. En el marco de nuestro grupo de interés Música y Mujer estamos dando a conocer los proyectos de investigación liderados por nuestras socias que fueron beneficiados por el Fondo de la Música 2021. En esta ocasión, entrevistamos a la musicóloga Fernanda Vera, responsable del proyecto "Catastro, inventario, conservación primaria, puesta en valor y difusión del Centro de documentación e investigación musical del Departamento de Música de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile” (Folio 597240). Resumen el proyecto: Este proyecto busca poner en valor las colecciones custodiadas en el CEDIM-UCHILE (Centro de Investigaciones musicales-Universidad de Chile) y posibilitar la existencia de un nuevo repositorio de materiales musicales de libre acceso y consulta para la comunidad de investigadores, académicos, estudiantes e interesados. Este acervo es heredero del “Instituto de Investigaciones Musicales” (1943-1970) y se constituyó oficialmente en 1996 como parte de la Sección de Musicología de esta casa de estudios. Se encuentra físicamente en el octavo piso de la sección de musicología del Departamento de Música y custodia una gran variedad de colecciones, que refieren a la música académica de tradición escrita como a la música popular y folclórica, en diferentes soportes. Contamos con colecciones documentales (registros etnográficos, partituras, recortes de crónicas de prensa), fonográficas, fotográficas y bibliográficas que sobrevivieron a este desaparecido instituto, junto con otros materiales provenientes de la actividad de investigación musical desarrollada allí. Debido a que la conformación del CEDIM fue un resultado orgánico a diversos procesos de investigación, este acervo no ha sido organizado ni sistematizado. El presente proyecto, gracias al catastro, inventario, conservación primaria, orden de los documentos, puesta en valor y difusión, nos permitirá, por primera vez, poner nuestras colecciones al servicio de la comunidad, mediante un acceso libre y democrático. Entrevista a Fernanda Vera por Juan Carlos Poveda ¿Cuál es el objetivo principal del proyecto? ¿Qué resultado esperan entregar? El objetivo principal es realizar la puesta en valor del “Centro de documentación e investigación musical del Departamento de Música de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile”-CEDIM- mediante el catastro, clasificación del contenido, conservación primaria, inventario, difusión y posterior democratización de los contenidos. Esto se realizará a través de la creación y habilitación de una plataforma digital (página web) que permita visibilizar al CEDIM, acceder a sus galerías digitales y también mediante la publicación online de un catálogo en PDF para libre descarga. ¿Cómo se compone el equipo de trabajo? ¿Desde qué disciplinas se contribuye y cómo estas enriquecen el resultado final? El equipo de trabajo se compone de una musicóloga, Fernanda Vera Malhue (investigadora responsable), una licenciada en teoría de la música, Carla Molina Acevedo (asistente de investigación) y una antropóloga social, Isidora Mora Salas (asistente de investigación). Además contamos con el apoyo de Rodrigo Torres, musicólogo y director del CEDIM, y con la participación voluntaria de Catalina Sentis, también musicóloga. A partir de una vasta experiencia en sistematización de archivos, y de una mirada integral que considere todos estos soportes como parte de construcciones identitarias y perspectivas patrimoniales buscamos sistematizar, poner en valor, reflexionar y difundir el acervo. El equipo se conformó interdisciplinarmente de manera intencionada, porque apostamos a que el cruce con la antropología nos permitirá enriquecer la metodología de trabajo. Así como también reflexionar desde dónde se piensa el patrimonio, y así direccionar los resultados del proyecto con miras a beneficiar a la comunidad y a generar un impacto, tanto en investigadores e investigadoras, como en estudiantes e interesados en general. Finalmente, queremos destacar que es un equipo conformado con enfoque de género para así poder formar nuevas profesionales con experiencia en música y patrimonio. ¿Por qué crees que este no ha sido un campo desarrollado en el medio musicológico nacional? En verdad, creemos que este campo de la sistematización, puesta en valor y difusión de archivos ha sido un ámbito en ingente desarrollo dentro del medio nacional. Por otra parte, y dentro del contexto de emergencia sanitaria, nosotras buscamos facilitar en la mayor medida posible la difusión y el acceso digital a los materiales custodiados por el CEDIM-UCHILE. ¿Qué proyecciones pueden vislumbrar desde ya con este proyecto? Este proyecto dialogará necesariamente con todos los repositorios y colecciones de materiales musicales con carácter patrimonial que hoy existen en Chile. Específicamente, buscamos generar una plataforma de acceso similar a la del reciente proyecto de catastro, difusión y puesta en valor del álbum de Isidora Zegers con galerías, colecciones digitales y con acceso directo a la Biblioteca Digital de la Universidad de Chile. Esperamos poder vincularnos con otros archivos como el Archivo de Música de la Biblioteca Nacional de Chile o el Archivo Central Andrés Bello de la misma universidad. Además, pensamos vincularnos con otros repositorios de materiales musicales de carácter universitario como el Archivo de Música de la Universidad de Costa Rica, para intercambiar lineamientos, metodologías y enfoques de manejo institucional. Las proyecciones de este proyecto son diversas y presentan un carácter interno y otro externo. Dentro del carácter interno institucional buscamos generar un espacio de formación para nuestros estudiantes en los ámbitos de la gestión, resguardo, catastro y puesta en valor patrimonial de las colecciones del CEDIM. Entre las proyecciones externas buscamos poder dialogar con otras colecciones musicales de carácter patrimonial, favorecer vínculos, diálogos y circulaciones de conocimientos y saberes en torno a la investigación musical tomando como base nuestras colecciones. Así, intencionaremos el patrocinio de investigaciones musicales tomando como punto de partida nuestros materiales y favoreciendo el acceso a nuestros acervos. Finalmente, también nos interesa una proyección y desarrollo de una política de manejo y protección del patrimonio musical chileno. El proyecto de “Chilenas al piano” consiste en una serie de miniconciertos —conciertos de extensión breve—, que se publican en el canal de Youtube de la Factoría Musical los días 8 de cada mes. En ellos se interpreta un programa compuesto exclusivamente de obras para piano solo o dúos con piano de compositoras nacionales. Estas piezas son ejecutadas por alumnas y alumnos de todas las edades y niveles de la Factoría Musical, amigas y amigos músicos profesionales invitados o por las propias compositoras, abarcando una gran cantidad de géneros y estilos que van desde el s. XIX al presente. A esto se le suma la inclusión de pequeñas biografías de las compositoras tras la ejecución de las piezas, las cuales permiten difundir parte de la vida y obra de estas mujeres. Este proyecto nace del interés de la pianista y profesora de piano, Rosa Vergara de apoyar el trabajo de recopilación e investigación sobre compositoras chilenas realizado por su alumno de piano, Álvaro Bravo, actualmente licenciado en composición y estética UC. Durante el 2020, él junto a la Pastoral UC y Amancay Ensamble Vocal, llevaron a cabo el XI Concierto de Adviento en donde se interpretó un programa compuesto íntegramente de compositoras chilenas del siglo XX. Esta motivación por conocer y reconocer el legado de nuestras compositoras se traspasó de alumno a profesora, quien reconoció su escaso conocimiento sobre la vida y obra de la gran mayoría de las compositoras, que, además, se traducía en una falta de consideración de dicho repertorio, tanto en sus programas de concierto como en su labor pedagógica. Con la profunda convicción de que es necesario incorporar este tipo de música en la formación y repertorio habitual de los conciertos, a finales del 2020, Álvaro y Rosa decidieron planificar un pequeño concierto de compositoras chilenas para el día 8 de Marzo, en el que los alumnos y alumnas de la Factoría Musical pudieran conocer e interpretar este repertorio. Desde ese momento se formó el equipo de “Chilenas al Piano”. En diciembre del año pasado, comenzaron los preparativos para este concierto. Se hizo una sistematización por niveles de dificultad de las obras, que habían sido recopiladas y puestas a disposición de la Factoría Musical, con la intención de que los veinte alumnas y alumnos de piano, (desde 4 a 80 años, desde niveles iniciales a superior), pudieran conocer y tocar piezas de compositoras chilenas. En enero del 2021, cada estudiante recibió una pieza diferente. Rosa recuerda que percibió con gran asombro la motivación y compromiso que generaba en las alumnas y los alumnos —sobre todo en la nueva generación— la invitación a difundir de manera colectiva las obras para piano de estas artistas. Uno de ellos, de siete años, le dijo: “es importante que conozcamos el trabajo de las mujeres, porque antes se las trataba un poco como esclavas”. Si bien, hubo en un primer momento una muy buena acogida a la propuesta, no todas las alumnas y alumnos lograron preparar durante el verano la pieza que les habíamos dado. Considerando la motivación que había permanecido y respetando los diferentes ritmos de aprendizaje decidimos cambiar el formato de la idea original de un solo concierto el 8 de marzo a muestras breves los días 8 de cada mes durante un año. De esta manera, quienes quisieran participar podrían hacerlo cuando tuvieran su pieza lista y quienes fueran más rápidos tendrían la posibilidad de preparar varias piezas, además de conocer nuevas compositoras. Esto último exigió una apertura para mostrar la diversidad de alumnas y alumnos, cada cual mostrando sus avances y progresos. El repertorio de este primer concierto fue bastante amplio en cuanto a géneros y estilos. Abarcó piezas tradicionales de danza del s. XIX y principios del s. XX bajo las figuras de Isidora Zegers y Amalia Quiroz. También estuvieron presentes piezas del célebre método de Estela Cabezas “Música en Colores”, piezas de música contemporánea de Iris Sangüesa y Leni Alexander, hasta llegar a la actualidad con una canción de Pricilla Barahona. Este diálogo intergeneracional tanto de compositoras como intérpretes que se dió en este primer concierto, marcó parte de la identidad y de la propuesta de este proyecto: una instancia en donde existe un diálogo que derriba las barreras de la pandemia y que permite el conocimiento e interacción tanto de las compositoras e intérpretes como de la comunidad que integra a la Factoría Musical. Un punto de congregación en lo digital que permite generar nuevos lazos y volver a unir aquellos que parecían disgregarse en la situación actual. En vista que una de mis alumnas, Pricilla Barahona, es cantautora y la pieza que iba a mostrar era de su autoría, consideramos que sería interesante establecer una apertura y diálogo entre la música docta o clásica y la popular, entendiendo que en muchos casos estas distinciones se solapan, mezclan e interrelacionan con gran fuerza como es en el caso de Isidora Zegers, María Luisa Sepúlveda, Amalia Quiroz, entre otras. Es por esto que hemos invitado a otras cantautoras a participar del ciclo y hemos extendido la invitación a participar tanto a pianistas profesionales como a otras músicas amigas con el objetivo de promover un compromiso transversal con la difusión del legado de nuestras compositoras: desde quienes comienzan a conocer el instrumento hasta quienes dedican su vida a éste. Para la gran mayoría, esta era la primera vez que tocaban música contemporánea y se enfrentaban a un lenguaje disonante. Para sorpresa del equipo, esto no fue para nada una dificultad. La preocupación inicial de Rosa, pianista formada en cánones tradicionales, contrastó con el asombro y curiosidad lúdica que provocaron estas nuevas sonoridades en niñas y niños. Por otra parte, algunas alumnas y alumnos recibieron manuscritos. Esto sí significó una dificultad y un desafío mayor para la lectura, pero, a la vez, se convirtió en un buen recurso para reforzar esta habilidad. El logro y progreso obtenidos al enfrentar esta aparente barrera se tradujo en mayor motivación y realización personal. Sin embargo, han habido varias dificultades que el equipo ha tenido que afrontar y sortear en la ejecución del proyecto. Quizá, uno de los mayores problemas han sido las decisiones interpretativas de algunas obras. En específico, a la forma y repeticiones de las contradanzas de Isidora Zegers. Si bien existen grabaciones de estas piezas, hay algunas indicaciones que se encuentran en la partitura que resultan confusas y que contrastan, en ciertas ocasiones, al comparar tratados de danza y la interpretación propuesta por algunos pianistas. En este escenario, la investigación y revisión de tratados que Álvaro Bravo realiza para los miniconciertos sirve como fundamento para la interpretación que se le propone a las alumnas y alumnos, de modo que, puedan tener una interpretación lo más informada posible en el contexto pandémico. Por otro lado, la participación en los miniconciertos ha significado tanto para las familias como para sus hijas o hijos, un aprendizaje en torno al proceso de grabación. Poner el celular en el ángulo y la orientación indicada. Intentar improvisar un soporte o trípode en casa. Grabar una, otra y otra toma hasta que saliera la mejor versión. Sin lugar a dudas todo esto ha sido parte de una experiencia musical nueva. Es así como hemos realizado miniconciertos el 8 de marzo, 8 de abril, 8 de mayo, 8 de junio hasta el día de hoy en que estamos ad portas del próximo, el día 8 de julio. A la fecha, se han difundido piezas de las siguientes 15 compositoras: Leni Alexander, Iris Sangüesa, Amalia Quiroz, Estela Cabezas, Isidora Zegers, Pricilla Barahona, Francisca Meza, Delfina Pérez, Camila Moreno, Elena Waiss, María Luisa Sepúlveda, Grettch, Ida Vivado, Nina Frick y Gloria López. También se han estrenado y/o creado primeras grabaciones de 11 piezas de diversas compositoras como Amalia Quiroz, Leni Alexander, Francisca Meza, María Luisa Sepúlveda, Gloria López, Iris Sangüesa, Ida Vivado, Nina Frick y Grettch. Como ya se ha dicho anteriormente, el trabajo de recopilación e investigación ha estado a cargo de Álvaro Bravo, la dirección pedagógica a cargo de Rosa Vergara. Luego los contenidos de las biografías e imágenes de las compositoras, el diseño y la edición audiovisual ha sido realizada también por Álvaro Bravo. La coordinación y gestión del proyecto ha sido labor de Rosa Vergara. Hasta el momento no han habido fondos asociados ni financiamiento. Sólo lo hacemos por una convicción profunda de la relevancia de esta iniciativa. En el marco de nuestro grupo de interés Música y Mujer estamos dando a conocer los proyectos de investigación liderados por nuestras socias que fueron beneficiados por el Fondo de la Música 2021. En esta ocasión, entrevistamos a Eileen Karmy, actual secretaria de nuestra Sociedad e investigadora responsable del proyecto "Archivo Digital Pedro Césari” (Folio 581561). Entrevista a Eileen Karmy por Juan Carlos Poveda Eileen, ¿podrías ofrecernos un resumen general del proyecto? Con este proyecto buscamos crear un archivo digital de los documentos personales y de prensa del músico italiano que trabajó en Valparaíso, Pedro Césari (1849-1902), a partir de su cuaderno de recortes. Estos documentos han sido guardados por los descendientes de Pedro Césari en Manziana, Italia, y por lo tanto, son desconocidos e inaccesibles al público, hasta ahora. Los documentos digitalizados y sus transcripciones van a estar disponibles en nuestro sitio web. Vamos a escribir reseñas sobre esta investigación, las que vamos a publicar en el mismo sitio web y un artículo académico, apuntando a problematizar la figura de Césari en dos aristas vinculantes. La primera, en su rol de músico, compositor y director orquestal. La segunda, en su faceta de mutualista, aún escasamente conocida en Chile. En el lanzamiento del archivo proyectamos que se interprete una obra de Césari, la que queremos grabar en video para dejarlo posteriormente disponible en el archivo sonoro del proyecto. ¿En qué consisten estos documentos? ¿De qué época son? Estos documentos datan de 1864 y consisten en un cuaderno de recortes de prensa de 40 páginas, cartas a familiares, partituras y fotografías. Los recortes de prensa fueron producidos en los países en que Césari trabajó: Italia, Portugal, España, Brasil, Uruguay, Argentina y Chile. Están escritos en italiano, portugués y español, contienen fotografías e información única sobre el trabajo de este músico, por ejemplo, los teatros en los que presentó sus obras, composiciones que estrenó y las organizaciones sociales en las que participó, como la Sociedad Musical de Socorros Mutuos de Valparaíso, de la que es cofundador en 1893. ¿Quiénes participan en el proyecto? ¿Cómo cada una de estas personas estas disciplinas enriquecen el resultado final? Somos tres personas que componemos el equipo de trabajo, todas con estudios y experiencia investigativa en musicología y desde otras áreas. En mi caso, desde la sociología y musicología, con experiencia en investigación en el trabajo musical y las organizaciones gremiales de músicos en Chile. Cristian Molina es músico y musicólogo, con quien creamos en 2015 el proyecto y sitio web Memoria Musical de Valparaíso desarrollando una investigación en base a los documentos de archivo de la Sociedad Musical de Socorros Mutuos de esta ciudad. Ahora, se suma al equipo la profesora de historia y magíster en musicología Estefanía Urqueta, quien, también al igual que yo, ha investigado acerca de las organizaciones de músicos en Chile y su impacto en el trabajo y la práctica musical. Con este equipo de trabajo interdisciplinario esperamos que el resultado del proyecto así también lo sea. Cristian desarrollará los aspectos musicales del proyecto, transcribiendo y adaptando las partituras de Césari para ser interpretadas en el marco del proyecto. Estefanía y yo crearemos el archivo digital y desarrollaremos la investigación sociohistórica y musicológica. ¿Cuál es el objetivo principal del proyecto? ¿Qué resultado esperan entregar? Buscamos dos cosas. La primera es crear el archivo digital para dar a conocer y poner a disposición los documentos de Pedro Césari. La segunda, mediante un análisis de estos mismos documentos, queremos conocer en profundidad la vida y trayectoria de este músico, problematizando su figura en tanto músico y mutualista. Aquí en Chile poco se sabe de su trayectoria artística previa a su llegada al país, y menos aún se sabe que Césari formó una organización mutualista aquí.. Con el proyecto esperamos dar a conocer la historia de este músico italiano que ha sido reconocido en Chile por varios de sus aportes, pero desde una perspectiva que ha sido poco explorada, la del trabajo. ¿Por qué crees que este no ha sido un campo temático desarrollado en el medio musicológico nacional? Creo que hay muchos factores, pero lo importante me parece que es una reticencia a pensar la música como un trabajo, por considerar que eso le resta mérito artístico. Esto me parece que ocurre tanto en la investigación musical como en la práctica musical, aunque en el último tiempo, gracias a la coyuntura de la crisis que vivimos, el tema se ha ido poniendo un poco más sobre la mesa que antes. Con nuestra investigación, nos interesa dar a conocer que estas problemáticas son de larga data, que han estado presentes en la historia de la música en Chile aunque no tanto en la historiografía. Por ejemplo, en el caso de Césari esto es evidente. Él, al llegar a Chile, formó y lideró una sociedad de socorros mutuos de músicos, pero la historiografía solo lo muestra como el gran maestro que dirigió orquestas, enseñó ópera y compuso marchas, dejándonos un gran legado musical, pero se tiende a pasar por alto sus aspectos laborales. Y eso es justamente lo que queremos rescatar con este proyecto. ¿Con qué proyectos similares, nacionales o internacionales, está dialogando esta propuesta? ¿Qué beneficios puede traer esta vinculación? En primer lugar, este proyecto se enmarca en el proyecto más amplio que es Memoria Musical de Valparaíso. Además, esta investigación se nutre de y dialoga con la creciente bibliografía sobre música y trabajo. Aunque no es un tema nuevo, ha ido tomando fuerza y visibilidad en los últimos años, especialmente a partir de la conformación de la red internacional Working in Music, de la que soy parte. Esta red, que se inició con un primer congreso en 2016 que tuvo lugar en Glasgow, donde presenté mi investigación sobre la historia de las organizaciones gremiales de músicos en Chile. Aquí participan investigadores que estudian el trabajo en la música desde distintas disciplinas y países. Durante mis estudios de doctorado en Escocia pude conocer de cerca el trabajo de John Williamson y Martin Cloonan respecto a la historia del sindicato de músicos de Reino Unido, al igual que el Eva Moreda sobre la diáspora de músicos españoles en el contexto de la guerra en el que usa interesantes herramientas de las humanidades digitales para visibilizar esas trayectorias. Estas investigaciones han sido inspiradoras para mi propio trabajo. También el trabajos de Fernanda Vera y José Manuel Izquierdo respecto a Isidora Zegers, así como los sitios web Cantos Cautivos y Musica Popular.cl han sido de alguna forma un modelo para este proyecto . ¿Qué proyecciones pueden vislumbrar desde ya con este proyecto? Desde ya contamos con personas en Italia interesadas, quienes amablemente nos han facilitado y compartido material para publicar digitalmente. Una vez vayamos subiendo material al sitio web, esperamos capturar también el interés de músicos, investigadores, académicos y público general interesado en su figura. Por ejemplo, aquí mismo en Valparaíso este material puede ser de interés del Orfeón Municipal, que retoma el trabajo de Césari, de la comunidad italiana a la que perteneció Césari y de las bandas de la marina que él mismo formó. De igual modo, esperamos sea de interés en los demás países sudamericanos donde trabajó Césari, como Brasil, Uruguay y Argentina. Ya con investigadoras argentinas hemos generado vínculos en torno al legado de Césari y sus contribuciones en Chile y Argentina. En el marco de nuestro grupo de interés Música y Mujer estamos dando a conocer los proyectos de investigación liderados por nuestras socias que fueron beneficiados por el Fondo de la Música 2021. En esta ocasión, entrevistamos a la musicóloga Daniela Fugellie, responsable del proyecto Biografías de intérpretes chilenos de música docta (1950-2000). Investigación y difusión de su aporte a la vida musical chilena (Folio 583750) Resumen Este proyecto pretende generar al menos 50 biografías de intérpretes mujeres y hombres de música docta que estuvieron activos durante la segunda mitad del siglo XX en Chile. Dichas biografías serán difundidas en formato enciclopédico en internet, en la base de datos “Conciertos doctos en Chile (1945-1995)", la cual contiene informaciones sobre más de 2.000 eventos musicales realizados en Chile en este período. Junto con la investigación reflejada en las biografías, se realizará un análisis de los datos contenidos en ellas, que se presentará como artículo musicológico a una revista indexada. Ambos productos se entenderán como complementarios, ya que mientras que las biografías contribuirán a difundir los aportes de figuras de la vida musical chilena ante un público amplio, el artículo reflexionará sobre las trayectorias de estudio y profesionales de las personas elegidas para las biografías, estableciendo líneas de análisis que puedan contribuir a una narrativa de la historia musical chilena desde la perspectiva de los intérpretes. Así, el proyecto se propone visibilizar la labor de los intérpretes doctos en Chile a partir de una muestra representativa de ellos, con énfasis en quienes se dedicaron parcial o totalmente a la interpretación de música contemporánea chilena, contribuyendo a su conocimiento, ampliando y complementando una narrativa de la música docta tradicionalmente centrada en los compositores. Participan: Daniela Fugellie, investigadora responsable, Constanza Toledo y Sergio Araya, asistentes de investigación, Juan Pablo Gil, diseño de software e interfaz. Entrevista a Daniela Fugellie por Laura Jordán ¿Cuál es el objetivo principal del proyecto? ¿qué resultado esperan entregar?
Esperamos entregar informaciones fácilmente accesibles sobre intérpretes doctos, ya que actualmente son muy escasos los datos sobre este grupo, que ha sido tradicionalmente opacado por los compositores, principalmente masculinos, de música docta en Chile. Para potenciar la visibilidad, las biografías quedarán alojadas en la base de datos, pero serán a su vez donadas a la enciclopedia online MusicaPopular.cl. ¿Cómo se integra el equipo? ¿qué disciplinas participan y cómo contribuye cada una al resultado? El equipo de investigación está trabajando con un enfoque musicológico, especialmente aprovechando las posibilidades de la historia oral, al estar muchos de los intérpretes por investigar aún vivos. También son accesibles sus familiares cercanos y a través de ellos estamos recibiendo nuevas fuentes archivísticas. A esto se suma el trabajo con herramientas de las Humanidades Digitales, que desarrollaremos en conjunto con Juan Pablo Gil, ingeniero, con quien ya trabajamos en el diseño de la base de datos. ¿Qué prácticas musicales/culturales se verán beneficiadas por su proyecto? Es de esperar que el proyecto ayude a visibilizar a la música docta con una práctica cultural cultivada por personas muy diversas en nuestro país, algunas formadas en Chile, otras en diferentes países del extranjero, las cuales no han trabajado solamente es espacios canonizados como los teatros y orquestas, sino que han desarrollado una gran diversidad de proyectos independientes y también han sido importantes como docentes. El conocimiento generado de este proyecto puede ser interesante no sólo para especialistas, sino también para intérpretes jóvenes, incluso aquellos que se inician en algún instrumento, y quieren saber de dónde viene la tradición musical en la que están inmersos. ¿En qué espacios de la sociedad civil creen ustedes que el proyecto puede difundirse? ¿con qué espacios esperarían dialogar? Dado que la plataforma online es interactiva, es decir, no presenta solamente las biografías, sino que habrán hipervínculos a los eventos donde estas personas participaron, a personas o agrupaciones con las que interactuaron, etc., esperamos que este formato pueda resultar interesante para la enseñanza de la música chilena a nivel escolar, pero también para interesados en la historia de la música chilena que no tengan conocimientos especializados. Esperamos poder dialogar con las agrupaciones o instituciones que reúnen a los mismos intérpretes, para que ojalá la muestra iniciar de 50 biografías pueda ir creciendo a futuro. ¿Qué otros proyectos nacionales o internacionales conocen que se desarrollen con objetivos/metodologías similares? En cuanto al formato de biografías online, la ya mencionada MúsicaPopular.cl. Dada mi formación en Alemania, han sido inspiradores para mí también dos proyectos con sede en Hamburgo: La enciclopedia de los músicos perseguidos por el nazismo, para la cual escribí las entradas de Hanns Stein y Hans Loewe y la enciclopedia de mujeres de MUGI. ¿Están trabajando con una perspectiva de género? ¿cómo se expresa la preocupación por la visibilización/audibilización de mujeres y disidencias en su proyecto? Si bien haremos biografías de hombres y mujeres, pensamos en dos aspectos vinculados a la perspectiva de género. Primero, comprometimos 30 biografías de mujeres y 20 de hombres (si bien es posible que logremos realizar más en ambos grupos), ya que dentro del ya poco visibilizado grupo de los intérpretes doctos, las mujeres intérpretes han sido aún más invisibilizadas que sus pares masculinos. Como segundo aspecto, las biografías en sí mismas esperan visibilizar asuntos de género, por ejemplo, en la biografía de hombres, mencionar quiénes fueron sus parejas mujeres, a qué se dedicaron y de qué manera la trayectoria de ellas influenció la de ellos. En el caso de las disidencias, abordar de qué manera su orientación sexual influenció su trayectoria profesional. Aunque esto suena muy sencillo, es interesante ver cómo las biografías de intérpretes musicales (también de compositores) han tendido a evadir estas temáticas, que sin duda son relevantes para entender cómo las biografías artísticas se enmarcan en un contexto cultural más amplio. ¿Tienen pensada alguna continuación o proyección más allá del 2021? El proyecto global de la base de datos “Conciertos doctos en Chile (1945-1995)”, al que se sumarán ahora las biografías, tiene muchas posibilidades de desarrollo. Personalmente, me encantaría aumentar los datos sumando conciertos realizados en regiones distintas a la Metropolitana. Ya tenemos la experiencia y una plataforma operativa para esto, por lo cual, lo que nos queda es seguir generando recursos para poder financiar el trabajo de los asistentes de investigación que organicen los datos y los ingresen a la plataforma. Yo espero que se abran nuevas colaboraciones y financiamientos más allá del 2021. Hemos puesto atención a los proyectos adjudicados por la línea de investigación del Fondo de la Música Nacional 2021, destacando aquellos que visibilizan a las mujeres músicas. Investigaciones que destacan la actividad musical y cultural de mujeres En cuanto a temáticas, ubicamos tres proyectos que investigan, analizan y promueven el conocimiento acerca de mujeres compositoras, intérpretes, cultoras y difusoras. Mi lindo globito. Aproximaciones conceptuales y contextuales al desarrollo de la música infantil en Chile a partir del estudio de la agrupación Mazapán, dirigido por nuestro socio el musicólogo Juan Carlos Poveda, es un proyecto que, por un lado, propone un trabajo de conceptualización teórica en torno a lo que se ha entendido, a lo que se entiende y a lo que podría entenderse por "música infantil". Por otro, se sitúa y proyecta esta teorización mediante un estudio sobre la vasta trayectoria y obra creativa de Mazapán. Para el desarrollo del proyecto, se cuenta con la participación de la académica de la Universidad de Chile, Catalina Donoso, experta en temas de representación de infancia; con la periodista especializada en música, Marisol García; y con la musicóloga Daniela Banderas, también socia nuestra. Contribuyendo a la investigación regional, dos proyectos visibilizan historias de mujeres, en Valparaíso y en Panguipulli. Cántame una del puerto: Nuevas voces de la cueca en Valparaíso, adjudicado por Camila Olmos, es una investigación periodística que busca recopilar, mediante entrevistas, relatos de cultores y cultoras de escena de la cueca porteña para conocer la vinculación de antiguos exponentes con las nuevas generaciones. Además, pretende mostrar la presencia femenina en la cueca urbana, particularmente la rueda de cantoras y cómo, desde ese espacio, nace un nuevo repertorio que refleja la realidad actual y la lucha feminista. Por su parte, Música para todos - Al rescate del programa radial de Josefina González - una pionera en la Región de Los Ríos, propone poner en valor un programa producido por una mujer pianista y artista que fue una de las impulsoras del actual ecosistema cultural de Panguipulli. El proyecto contempla el catastro y catalogación de su programa que buscaba difundir música que no estaba al alcance de auditores en la zona. El equipo está integrado por la periodista Andrea Villanueva, la musicóloga Francisca Moraga y la gestora cultural Dominique Thomann. Investigaciones lideradas por mujeres En cuanto a investigadores responsables, notamos que 17 proyectos se adjudicaron a responsables varones, 10 a mujeres y 3 a instituciones o personalidades jurídicas. Arriba ya hemos comentado dos proyectos conducidos por mujeres. A continuación presentamos los ocho restantes. El proyecto Pianos en Chile republicano, cuya responsable es Olivia Concha, se orienta a publicar el primer libro de investigación sobre pianos europeos y norteamericanos de relevante valor organológico, histórico y patrimonial situados en Chile desde época pre-republicana, en conmemoración de los 300 años de la noticia publicada en Venecia acerca de la invención del piano. Andrea Salazar, doctorante en letras de la Universidad de Chile, lidera el proyecto Perspectivas del canto mapuche según Pablo Garrido que profundiza en el interés que el ecléctico intérprete y musicólogo chileno manifestó sobre el canto mapuche o ülkantun. El proyecto, que finalizará con la publicación de un libro multimedial, sacará a la luz documentos inéditos de Garrido en los cuales analiza diversos aspectos de la música realizada por el pueblo mapuche, destacando la relación de colaboración intercultural sostenida con Juan de Dios Curilem en la década de 1950. Participa como coinvestigadora nuestra socia, la musicóloga Laura Jordán. Caminar el Bosque: investigación y creación de paisajes sonoros en el Wallmapu, es una investigación que busca articular la ontología de las escuchas, las percepciones corporales del sonido en la interacción con el bosque nativo y la producción de conocimiento sobre ambientes sonoros desde la comunidad. Mediante un trabajo de campo etnográfico, que incluye a población rural y urbana en Villarrica, de diversas edades, se llevan a cabo “baños de bosque” (Shinrin Yoku, por su origen japonés) y a partir de ellos se aborda la dimensión sonora de la experiencia. Figura como responsable del proyecto la antropóloga Mariana León, quien trabaja junto a un equipo interdisciplinario que combina estudios sonoros y ecología, con la participación del antropólogo Antonio Tobón y del biólogo Daniel Opaso. La música originaria de la cultura diaguita chilena, adjudicado por Ana Céspedes, busca describir y analizar el corpus de instrumentos prehispánicos o artefactos sonoros que se adhieren a la cultura diaguita, así como visualizar sus usos contemporáneos principalmente en agrupaciones populares de raíz fusión, para conocer el imaginario que rodea a los compositores actuales, inspiraciones y cercanía con esta cultura. La investigación se realizará tomando los métodos y técnicas propios de la arqueomusicología y la etnomusicología. También desde la etnomusicología, El Canto Ancestral con Caja: una etnomusicografía contemporánea en Chile y Argentina, aborda el canto con caja como una de las formas musicales más antiguas del folclor latinoamericano andino y al mismo tiempo una de las menos difundidas. Junto con la recopilación, registro audiovisual y selección de muestra representativa de ambos lados de la cordillera, se generará un disco y un sitio web. El equipo está conformado por Nadia Barreto, responsable del proyecto, diseñadora audiovisual y especialista en gestión de proyectos con tecnologías digitales; Mauricio Pineda, antropólogo investigador en patrimonio cultural; Margarita Chocobar, investigadora, folclorista, cultora, compositora y docente; y Miguel Ángel Ibarra, musicólogo, músico y profesor de música. Las últimas tres investigaciones corresponden a proyectos liderados por tres de nuestras socias: Daniela Fugellie, coordina el proyecto Biografías de intérpretes chilenos de música docta (1950-2000). Investigación y difusión de su aporte a la vida musical chilena, que pretende generar biografías de intérpretes de música docta activos durante la segunda mitad del siglo XX, complementando así una narrativa tradicionalmente centrada en los compositores. Se presentarán las biografías en un sitio web y se redactará un artículo musicológico a partir del análisis de sus datos. Participan en el equipo Constanza Toledo y Sergio Araya como ayudantes de investigación, y Juan Pablo Gil como ingeniero de software. Eileen Karmy lidera el proyecto Creación de Archivo Digital Pedro Césari que busca dar a conocer la vida y trayectoria de este maestro italiano que trabajó en Valparaíso a fines del siglo XIX, relevando su participación como dirigente gremial en el mundo musical local. En base a su cuaderno de recortes, se desarrollará un archivo, un catálogo y notas a publicarse en Memoria Musical de Valparaíso. También se redactará un artículo musicológico sobre los hallazgos y problemáticas que propone esta investigación. Participan en el proyecto la profesora de historia y musicóloga, Estefanía Urqueta, y el músico Cristian Molina. Fernanda Vera desarrollará el proyecto Catastro, inventario, conservación primaria, puesta en valor y difusión del "Centro de documentación e investigación musical del Departamento de Música de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile-CEDIM". Este proyecto busca poner en valor las colecciones custodiadas en este acervo y permitir la existencia de un nuevo repositorio de materiales musicales de libre acceso y consulta para la comunidad de investigadores, académicos, estudiantes e interesados. Participan Isidora Mora, antropóloga social y Carla Molina, licenciada en artes con mención en teoría de la música. Más detalles de los proyectos de nuestras asociadas se irán difundiendo a lo largo del año en este mismo espacio dedicado al Grupo Música y Mujer. La Sociedad Chilena de Musicología creó en 2019 el grupo de interés sobre Música y Mujer, dedicado a promover las investigaciones que abordan músicas pero también el trabajo de las investigadoras musicales en diversas temáticas. El grupo inauguró sus actividades organizando la jornada Mujeres que suenan, en la que se convocó la mesa redonda “Experiencias de mujeres en la música chilena actual”. Allí se contó con la participación de la pianista Matilde Méndez, la cantautora Camila Moreno, la directora orquestal Alejandra Urrutia y la etnomusicóloga Lina Barrientos. Además, la jornada incluyó la presentación de pendones en los que se difundieron proyectos de investigación sobre historia de las mujeres en el jazz chileno (por Miguel Vera-Cifras), aspectos creativos de la obra de Violeta Parra (por Lorena Valdebenito), álbumes femeninos de partituras del fin de siglo (por Laura Jordán y Fernanda Vera), la figura de la intérprete musical Leonor en la novela Martín Rivas (por Carmen Peña) y una mirada periodista panorámica a la presencia de mujeres en la música popular en Chile (por Yasna Rodríguez). Finalmente, se escuchó la conferencia de la invitada de honor, Mercedes Liska, etnomusicóloga argentina, especializada en estudios de géneros y músicas populares. Su conferencia “Hacerse escuchar. La banda de sonido del movimiento de mujeres” conectó las preocupaciones investigativas con el activismo, atendiendo a los sonidos del feminismo trasandino. Los pendones confeccionados para la jornada Mujeres que suenan, han recorrido distintos espacios de difusión, incluyendo el Instituto de Música de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, la Escuela de Música de la Universidad de Talca y el Archivo de Música de la Biblioteca Nacional de Chile. Estos pendones se encuentran aún disponibles para presentarse en diversos espacios educativos y culturales, previa coordinación. Otra actividad surgida del Grupo de trabajo fue la emisión del programa “De una vez por todas”, conducido en Radio USACH por la musicóloga Fernanda Vera Malhue, durante todo el 2019. En dicho programa se realizó un especial con Mercedes Liska para difundir el evento y el posicionamiento musicológico de la invitada. Durante el mismo año 2019, parte del grupo recibió una invitación a participar en las Primeras Jornadas de mujeres en la Música Chilena, coordinado por Marcela Lillo. Allí las socias y socios Lorena Valdebenito, Miguel Vera, Laura Jordán y Fernanda Vera presentaron ponencias individuales, se realizó una exposición con todos los pendones y se compartió con los estudiantes de las carreras de música de la universidad. Aunque el año 2020 el Grupo Música y Mujer no generó nuevas actividades públicas, ha estado trabajando en la preparación de una bibliografía especializada que será compartida dentro de este sitio durante 2021. El grupo de interés Música y Mujer de la SChM está abierto a recibir nuevas y nuevos participantes. Comunicarse con Laura Jordán a: [email protected] La revista Neuma ( Año 13, Vol. II) publicó su primer “Dossier sobre Música y Género” en diciembre de 2020 el cual buscar dar cuenta, desde la investigación musical, de las distintas problemáticas que hoy atraviesan las múltiples y complejas construcciones de género en nuestro medio.
Desde 2010, con la publicación del número 213 de la Revista Musical Chilena, que no se había materializado un esfuerzo común por compartir nuevas formas de acercamiento a estas problemáticas y sus metodologías en la academia musicológica chilena. En ese sentido, este nuevo dossier coordinado por nuestra socia Lorena Valdebenito, constituye un aporte y abre nuevos temas para la discusión crítica, actual y contingente. El dossier contiene los siguientes artículos, dos de ellos de autoría de socias de la SChM: - “Mujeres intérpretes, compositoras y musicólogas en los encuentros de la agrupación musical Anacrusa (1985- 1994)”, por nuestra socia Daniela Fugellie; - “María Luisa Sepúlveda Maira (1883- 1957). Desde el desvanecimiento historiográfico hasta la presencia actual de una compositora de música chilena”, por nuestra socia Fernanda Vera, Isidora Mora y Dania Sánchez; - “Proyecto Paz Miranda: fusión y música independiente en Valparaíso”, por Gabriela Goñi y Benjamín López; - “Paco España y el travestismo escénico durante la transición”, por Julio Arce; - “La mujer en la historia musical académico educativa venezolana. Un estudio de género”, por Susana Riascos - Primera serie criolla de Isabel Aretz: la creación artística femenina en la construcción de conocimiento científico", por Romina Dezillio -“No todos los días aparece, en el mundo, una mujer bonita que sepa escribir: Consonancias y disonancias en la prensa musical brasileña (1896-1960)”, por Nayive Ananías. Pueden leer a este nuevo dossier AQUÍ |
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