GRUPO DE INTERÉS
MÚSICA Y MUJER |
En el marco de nuestro grupo de interés Música y Mujer estamos dando a conocer los proyectos de investigación liderados por nuestras socias que fueron beneficiadas por el Fondo de la Música 2021. En esta ocasión, entrevistamos a la musicóloga Silvia Herrera responsable del proyecto “La canción política en Sergio Ortega”, folio 576286. Resumen del proyecto: El proyecto se basa en darle forma de libro a la tesis doctoral que realicé para obtener el grado de doctora en Música, mención Musicología, en la Pontificia Universidad Católica de Buenos Aires de Argentina (2015). La propuesta es presentar un estudio detenido de la canción política de autoría de Sergio Ortega. El libro tiene dos partes. La primera trata sobre las relaciones entre música y política y un capítulo dedicado a la canción de compromiso social en Chile, sus antecedentes musicales y literarios. La segunda parte dedicada por entero a la canción política en Sergio Ortega con sus antecedentes literarios y musicales y el análisis de 21 canciones políticas que elegí del Archivo al cual tuve acceso, según una matriz interpretativa que elaboré para ello. Agrego como apéndice, el catálogo de Ortega y algunos documentos manuscritos de autoría del compositor. Entrevista a Silvia Herrera por Fernanda Vera ¿Podrías mencionar cinco de las canciones políticas más importantes de Sergio Ortega, y describir algunas de sus características más importantes? Es difícil responder así, a secas, esta pregunta, por cuanto la importancia de estas canciones, no sólo de Ortega, sino de cualquier autor, depende del motivo o razón de su creación. Por ejemplo: si la función de ella fue para alentar la campaña de Salvador Allende a la Presidencia, como lo fue Venceremos, y la canción se identifica con el receptor, tanto por su narratividad literaria y musical, como por la autenticidad del mensaje, entonces tiene un juicio valórico importante, pasa a ser símbolo de algo. Así creo que, en el caso de las canciones de Ortega, como El pueblo unido, Chile resistencia, Nada para Pinochet, Niño araucano, Las ollitas, por ejemplo, observo estas mismas cualidades. Entonces, el juicio valórico no es sólo una cuestión estética, sino fundamentalmente una cuestión ética. ¿Quiénes participan del proyecto? y ¿Cómo piensas tú que el equipo de trabajo fortalece la investigación? En este proyecto la responsable soy yo. Siempre pensé compartirlo con otros colegas porque el trabajo en equipo es para mí de suma importancia, como muy bien dices: “fortaleza la investigación”. Me acompañan dos jóvenes, en calidad de coinvestigadores y editores, Catalina Sentis, magister en musicología y Cristian Galarce, compositor, ambos talentosos y con ideas que me ayudan a refrescarme. Ellos son mis editores, un trabajo de hormiguita, de mucha concentración, y son estupendos colaboradores en transformar una tesis doctoral en libro. ¿Bajo qué aparataje teórico piensan desarrollar la investigación? La verdad es que, me enfrenté ante un marco teórico contundente, pero necesario, dado la complejidad del objeto de estudio. La lectura de algunos filósofos desde Platón y Aristóteles, dialogando con otros más actuales -Hegel, Kant- para familiarizarme con conceptos como ética, estética, gusto, juicio de valor, etc. Visité a diversos teóricos-filósofos del arte y letras como Ernst Fischer, Walter Benjamin, Benedeto Croce, Habermas, etc., que teorizan sobre arte, literatura y sociedad. Sociólogos e historiadores chilenos y latinoamericanos, me despejaron el dinámico y efervescente panorama político del continente durante el siglo XX. Músicos y musicólogos chilenos para el estudio de la música popular y docta fueron de suma importancia; la Revista Musical Chilena fue de gran ayuda, junto con el Boletín Música de la Casa de las Américas de Cuba y algunas Actas de los Congresos IASPM. En fin, empapada de una valiosa lectura, además de los documentos escritos e inéditos de Sergio Ortega que tuve el privilegio de tener en mis manos para la elaboración de gran parte del trabajo. ¿Cuál ha sido, a tu juicio, la razón de que esta temática específica dentro de la obra de Sergio Ortega no haya sido abordada anteriormente por la musicología? Bueno, creo que fundamentalmente el tema música-política fue tabú, durante las décadas 70-80 por razones que todos sabemos. En la década del 90, muy tenuemente se habló del problema, por ejemplo, en los congresos, pero a mi juicio sin problematizar las causas político-históricas contingentes. Sin embargo, la Nueva Canción Chilena fue el centro de la investigación. No sé si me equivoco, pero sólo en la primera década del 2000, se empezó a tratar el tema más en profundidad. En el año 2006 (jueves 12 de enero, en el Palacio Rioja de Viña del Mar), presenté un proyecto del Fondo para el Fomento de la Música Nacional al cual postulé, cuyo título fue “La canción en el compositor Sergio Ortega”. Entre las múltiples canciones que elegí, iban unas pocas de índole política. En ese concierto, con dos intérpretes porteños Paola Lanfranco, mezosoprano y Michael Landau, al piano, se anunciaron, según consta en el programa de mano, cuatro canciones políticas. La mitad de los asistentes de la sala se fueron, los que quedamos, sentimos el impacto de la emoción que estas canciones contienen. Ellas eran, Hasta cuándo, Nada para Pinochet, Chile resistencia y El pueblo unido… ¿Cuál es el objetivo general a lograr? y ¿qué resultados o frutos del proyecto esperan entregar a la comunidad? Me propuse varios objetivos, entre los cuales, me interesó realizar un estudio crítico de la canción política en Ortega y de la dupla música-política para dimensionar la importancia histórico-social y políticas que éstas tienen y establecer juicios de valor sobre ellas que atienden tanto lo ético como lo estético en su creación. También, considerando que estas canciones eran poco conocidas por las generaciones de estudiantes de música del siglo XXI, y dado la gran presencia que tienen algunas de ellas fuera del país, me parecían merecedoras, al menos, que nuestros jóvenes supieran quién es el autor. Por último, la situación política de este país, inestable por el sistema económico impuesto postdictadura, genera cada cierto tiempo “estallidos” sociales de desagravio, reviviendo estas canciones cuyas narrativas cuentan los problemas que por siglos mantienen al pueblo en condiciones miserables. ¿Con qué otras investigaciones, nacionales o internacionales, dialoga esta iniciativa? Creo que de alguna manera este trabajo se vincula con el Proyecto Fondecyt N°1160102, “La institucionalidad de la modernidad de la música clásica como práctica social entre 1928 y 1973, en el marco de la Universidad de Chile, cuyo investigador principal es el maestro Luis Merino y como coinvestigadores estamos Cristián Guerra y yo, además del trabajo de Catalina Sentis, Julio Garrido y Fernanda Ortega, un equipo formidable. Digo que esa investigación se vincula, de alguna manera con lo mío, ya que Sergio Ortega perteneció a la Universidad de Chile en un momento crucial, 1960-1973, cuando la monoinstitucionalidad que esta universidad representaba, cedió paso a otras que también acogieron el arte y la música y abrió sus puertas a la vanguardia musical representada por la propuesta de una ‘nueva música’, estética que Ortega acogió como todos los compositores de su generación. ¿Cómo ves tú la proyección de esta investigación? La veo vinculada con disciplinas humanistas. Creo que, con la Historia y la Sociología principalmente, pero también con la Lingüística y la Filosofía; con todas ellas hay una interacción bastante interesante que enriquece mucho los resultados de los estudios sobre estilos, ritmos, hibridaciones, etc. no sólo de la música popular, sino también de la música de la academia. Además, la musicología amplía su radio de acción y traspasa lo puramente musical para abrirse a campos que le son cercanos y a los cuales ejerce cierta influencia como lo podemos constatar en los hechos sociales. Por esto, es que me esmeré por crear un método de investigación para poder enlazar eficientemente los conceptos involucrados en el complejo canción-política y música-política.
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